Alguien me explica porque no se me cargan las entradas???
yo me mato escribiendo, para que esto no funcione???
ahhhhhgggg
martes, 21 de octubre de 2008
domingo, 19 de octubre de 2008
La nueva vida.
Una tarde más me nos encontrábamos en la ruta. Fui al baño y me refresque, cuando me mire al espejo, después no se cuantos días de partir, mirada que me devolvía el espejo, ya no era la misma que partió en busca de algo nuevo. Harta de la hipocresía de los que me querían, y buscando algún signo de amor...
Ahí estaba, no sabia donde, en alguna estación de servicio chiquita y casi muerta. Cuando volví al auto Eliza me esperaba para partir nuevamente. Pero lo único que yo deseaba en ese momento era descansar en una posición mayor a los 90° que me permitía ese cacharro rojo.
Informe me decisión de quedarme allí. Ya no importaba seguir camino. Ahí estaba lo suficientemente alejada de todo
Le agradecí. ¿En cuanto tiempo podes hacerte un amigo? Yo lo hice en casi 1529 km, los días que pasaron no los sé. Es que el tiempo no me importaba y el destino tampoco, a mi amiga nueva no le importaba quien había sido, como había sido, o lo que seria. Le tendió su mano, en el árido desierto de la patagonia, a una joven abatida de pelear, a pesar en su corta vida.
Nos sentimos como ángeles que acuden en ayuda y defensa de un guerrero prusiano de la vida.
Nos comunicamos desde el primer momento y sabíamos que lo haríamos por el resto de nuestras vidas.
Al poco tiempo de acomodarme en esta nueva pequeña cuidad, tomé coraje y marque el teléfono de casa.
Las voces de mis padres me aflojaron mucho, pero en el recodo de mi audición, no pude escuchar una sola queja. Así ocurrió, los viernes de cada semana, ir al centro y llamar a mi casa para contarle mis novedades.
Había conseguido un pequeño lugar para acomodarme y un trabajo ayudando en la panadería de la dueña de la piesa. No contaba con mucho para poner allí, ya que, en mi huida desesperada no había podido llevar mis objetos mas preciados, pero en fin, eso eran: Objetos.
En las tardes de verano, cuando el sol se esconde un poco y la vida resurge, salia a pasear para conocer mi nuevo lugar y las nuevas personas en mi vida.
Fui consiguiendo algunos muebles de la calle, y los recicle. Llegue a tener tantos muebles, tan bellos y hechos con dedicación, que muchos los regale a mis vecinos, que a su ves le hicieron fama, y que sin darme cuenta se convirtieron en mi nuevo ingreso y trabajo.
No me sorprendí cuando en una charla telefónica con mi mama me comento que me había llamado la doctora. Bueno en realidad si me sorprendió, pero no me que me llamara, solo por necesidad. Así es la vida de la gente que le interesa sumar y figurar. En otro tiempo hubiera montado en cólera, pero nada importaba ahora.
Yo estaba cumpliendo mi destino, la gente me trataba con respeto y cariño, todo el odio y la bronca que engendré de adolescente pareció disiparse y ser parte de un mal sueño.
Ahora ya los pensamientos, eran de mujer.
Ahí estaba, no sabia donde, en alguna estación de servicio chiquita y casi muerta. Cuando volví al auto Eliza me esperaba para partir nuevamente. Pero lo único que yo deseaba en ese momento era descansar en una posición mayor a los 90° que me permitía ese cacharro rojo.
Informe me decisión de quedarme allí. Ya no importaba seguir camino. Ahí estaba lo suficientemente alejada de todo
Le agradecí. ¿En cuanto tiempo podes hacerte un amigo? Yo lo hice en casi 1529 km, los días que pasaron no los sé. Es que el tiempo no me importaba y el destino tampoco, a mi amiga nueva no le importaba quien había sido, como había sido, o lo que seria. Le tendió su mano, en el árido desierto de la patagonia, a una joven abatida de pelear, a pesar en su corta vida.
Nos sentimos como ángeles que acuden en ayuda y defensa de un guerrero prusiano de la vida.
Nos comunicamos desde el primer momento y sabíamos que lo haríamos por el resto de nuestras vidas.
Al poco tiempo de acomodarme en esta nueva pequeña cuidad, tomé coraje y marque el teléfono de casa.
Las voces de mis padres me aflojaron mucho, pero en el recodo de mi audición, no pude escuchar una sola queja. Así ocurrió, los viernes de cada semana, ir al centro y llamar a mi casa para contarle mis novedades.
Había conseguido un pequeño lugar para acomodarme y un trabajo ayudando en la panadería de la dueña de la piesa. No contaba con mucho para poner allí, ya que, en mi huida desesperada no había podido llevar mis objetos mas preciados, pero en fin, eso eran: Objetos.
En las tardes de verano, cuando el sol se esconde un poco y la vida resurge, salia a pasear para conocer mi nuevo lugar y las nuevas personas en mi vida.
Fui consiguiendo algunos muebles de la calle, y los recicle. Llegue a tener tantos muebles, tan bellos y hechos con dedicación, que muchos los regale a mis vecinos, que a su ves le hicieron fama, y que sin darme cuenta se convirtieron en mi nuevo ingreso y trabajo.
No me sorprendí cuando en una charla telefónica con mi mama me comento que me había llamado la doctora. Bueno en realidad si me sorprendió, pero no me que me llamara, solo por necesidad. Así es la vida de la gente que le interesa sumar y figurar. En otro tiempo hubiera montado en cólera, pero nada importaba ahora.
Yo estaba cumpliendo mi destino, la gente me trataba con respeto y cariño, todo el odio y la bronca que engendré de adolescente pareció disiparse y ser parte de un mal sueño.
Ahora ya los pensamientos, eran de mujer.
martes, 14 de octubre de 2008
Ruta Nacional N° 3
En eso estaba yo, cuando una inmensa polvareda se acercaba rápidamente, quebrando el silencio de la soledad. Cuando se disipo el rugido de motores, el olor a combustible quemado y se acento el polvo, regrese de nuevo a mi misma.
Ahí estaba , sentada en el medio de la nada, sin saber que hacer, o hacia donde encaminar mi destino. Contaba con algo de dinero como para moverme y salir definitivamente de esa vida que empezaba a tediarme.
Me sorprendí cuando oía que me llamaban, puesto que no había otra persona mas que yo en kilómetros, y esos caminos rurales son un verdadero infierno en verano. Lo que antes paso como una nube de ruido y polvo ahora era un auto rojo con alguien adentro que me llamaba.
Me acerque y sorprendida al comprobar que se trataba de una mujer de no mas de 30 años que me observaba detrás del volante.
Me pregunto si sabia como llegar a la ruta internacional. A lo que respondí que no sabia que eso existiera. Si hacia referencia al camino nuevo, eso quedaba mas o menos cerca, pero tendría que dar algunas vueltas de mas para poder entrar.
En el mismo momento que le decía esto, mi destino comenzaba a trazarse.
Le pregunte para que necesitaba ir a esa ruta, sino le molestaba mi intromisión, porque al fin y al cabo no tenia porque excusase ante mi. Si me daba una razón mas o menos loable, le prestaba mi orientación por esta zona, a cambio de que me lleve. Le pagaría el combustible.
De inmediato sin mediar mas, emprendimos el intrincado camino por los senderos rurales hasta llegar a la arteria de cemento. Pasadas dos horas en silencio y con mucho calor, me pregunto sino me molestaba contarle de que escapaba.
¿Escapar? ¿Por que supone que me estoy escapando?. Aparentemente, me dijo que no es común que jóvenes de mi edad se aventuren solas al camino, sino es para prostituirse o escapar de algo mas o menos así de humillante.
No me escapo de nada de eso, me escapo del olvido.- Comenté. y seguí viendo el paisaje que pasaba a mi derecha por la ventana.
En la primera parada, ya entrada la noche, para hacer combustible, estirar las piernas y comer algo, me pregunto si tenia interés de saber hacia donde nos dirigíamos.
Mientras no sea de donde vengo, cualquier lugar es propicio para comenzar algo de cero.
Con el transcurso del tiempo empecé sola a hablarle de mi, sin que me lo pregunte.
Me voy porque me canse que no pregunten por mi. Me produce odio la ignorancia, de cualquier tipo.
Le conté mi última llamada. " la doctora esta con un paciente ahora, no puede atenderla, cuando termine ella la llama, gracias"
Al final, uno termina recibiendo ayuda de gente que no conoce y que no necesita llenarse la boca diciendo paparuchadas sobre la amistad y la honra, que termina demostrar que no posee... Creo que mi familia me va a entender, y va poder comunicarse conmigo, si realmente me conoce, así como también aquellas personas que se extrañen de mi ausencia, saben donde me pueden encontrar aunque ni yo sepa a donde me dirijo.

Fueron varios los soles que vi salir y volver a entrar por la derecha de mi ventana, hasta que por fin detuvimos la marcha.
Ahí estaba , sentada en el medio de la nada, sin saber que hacer, o hacia donde encaminar mi destino. Contaba con algo de dinero como para moverme y salir definitivamente de esa vida que empezaba a tediarme.
Me sorprendí cuando oía que me llamaban, puesto que no había otra persona mas que yo en kilómetros, y esos caminos rurales son un verdadero infierno en verano. Lo que antes paso como una nube de ruido y polvo ahora era un auto rojo con alguien adentro que me llamaba.
Me acerque y sorprendida al comprobar que se trataba de una mujer de no mas de 30 años que me observaba detrás del volante.
Me pregunto si sabia como llegar a la ruta internacional. A lo que respondí que no sabia que eso existiera. Si hacia referencia al camino nuevo, eso quedaba mas o menos cerca, pero tendría que dar algunas vueltas de mas para poder entrar.
En el mismo momento que le decía esto, mi destino comenzaba a trazarse.
Le pregunte para que necesitaba ir a esa ruta, sino le molestaba mi intromisión, porque al fin y al cabo no tenia porque excusase ante mi. Si me daba una razón mas o menos loable, le prestaba mi orientación por esta zona, a cambio de que me lleve. Le pagaría el combustible.
De inmediato sin mediar mas, emprendimos el intrincado camino por los senderos rurales hasta llegar a la arteria de cemento. Pasadas dos horas en silencio y con mucho calor, me pregunto sino me molestaba contarle de que escapaba.
¿Escapar? ¿Por que supone que me estoy escapando?. Aparentemente, me dijo que no es común que jóvenes de mi edad se aventuren solas al camino, sino es para prostituirse o escapar de algo mas o menos así de humillante.
No me escapo de nada de eso, me escapo del olvido.- Comenté. y seguí viendo el paisaje que pasaba a mi derecha por la ventana.
En la primera parada, ya entrada la noche, para hacer combustible, estirar las piernas y comer algo, me pregunto si tenia interés de saber hacia donde nos dirigíamos.
Mientras no sea de donde vengo, cualquier lugar es propicio para comenzar algo de cero.
Con el transcurso del tiempo empecé sola a hablarle de mi, sin que me lo pregunte.
Me voy porque me canse que no pregunten por mi. Me produce odio la ignorancia, de cualquier tipo.
Le conté mi última llamada. " la doctora esta con un paciente ahora, no puede atenderla, cuando termine ella la llama, gracias"
Al final, uno termina recibiendo ayuda de gente que no conoce y que no necesita llenarse la boca diciendo paparuchadas sobre la amistad y la honra, que termina demostrar que no posee... Creo que mi familia me va a entender, y va poder comunicarse conmigo, si realmente me conoce, así como también aquellas personas que se extrañen de mi ausencia, saben donde me pueden encontrar aunque ni yo sepa a donde me dirijo.

Fueron varios los soles que vi salir y volver a entrar por la derecha de mi ventana, hasta que por fin detuvimos la marcha.
jueves, 2 de octubre de 2008
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